¿Cómo medir el éxito teatral?

Stage Entertainment y Microteatro por Dinero, dos fórmulas antagónicas pero ambas exitosas

De izda. a dcha: Julio Bravo, Julia Gómez Cora, Liz Perales, Miguel Alcantud y Miguel Ayanz ayer en el coloquio dedicado a cómo medir el éxito teatral.

El gran acierto de la tercera sesión del ciclo "Conversaciones en el Galileo", dedicada a cómo medir el éxito teatral y moderada por la periodista de El Cultural Liz Perales, fue presentar dos fórmulas completamente antagónicas en sus planteamientos y filosofías, pero innegablemente ambas exitosas.

La primera de ellas fue la de Stage Entertainment, la productora de espectáculos tan sonados como "Los Miserables" o el más reciente "El rey león". Su directora general, Julia Gómez Cora, explicó ayer a los presentes como esta empresa, que empezó su labor en nuestro país en 1999, no empezó a ganar dinero hasta hace 5 años. Pero desde entonces lo ha hecho y mucho. Por ejemplo, de "El rey león" se vendieron más de 150.000 entradas antes de que se estrenara, lo que ocurrió en 2011. Actualmente ya ha recuperado la inversión (¡¡que fue de diez millones de euros!!) gracias al millón de entradas vendidas desde entonces, y prepara para 2016 su primer espectáculo de autoría española, que a diferencia de otros montajes se basará en una hostoria y no en el repertorio musical de un grupo.

En el extremo opuesto, la otra fórmula presentada fue la de Microteatro por Dinero. Miguel Alcantud, uno de los 22 socios de esta popular iniciativa (de la que ya hablé en la entrada "Mi primera vez... en el Microteatro por Dinero"), indicó que las características de su proyecto son completamente diferentes a las de Stage: programan montajes de menos de 15 minutos de duración, para menos de 15 espectadores, en espacios de menos de 15 metros cuadrados, para cuya promoción no se ha invertido ni un euro en publicidad, y que sin excepción se renuevan cada mes a pesar del éxito que tengan. Con estas condiciones  han conseguido en dos años y medio programar más de 400 espectáculos, conquistar a más de 100.000 espectadores por año, y abrir delegaciones en ciudades como Miami o México D.F.

¿Cuál de las dos fórmulas es más exitosa? Más allá de criterios de rentabilidad económica y de aprobación de la crítica, que aquí aún no tiene el peso que tiene en los países anglosajones, coincido con las palabras de otro de los oradores, Julio Bravo, crítico de ABC, quien expresó que el primer éxito radica en llevar público a las salas, pero siempre en función de los objetivos de cada montaje. De ahí que todos coincidamos en adjudicar a cada una de las dos fórmulas citadas el diploma de "éxito teatral". Sin embargo, también coincido con el último contertulio, el crítico de La Razón Miguel Ayanz, en que al público a veces se le "engaña", como ocurre en el cine con las llamadas películas "blockbuster", y que no se puede medir siempre el éxito teatral en términos monetarios ya que entonces se quedaría fuera el denominado teatro culto.

La moderadora planteó otro tema controvertido: ¿por qué los teatros públicos no prolongan ciertos espectáculos a pesar de ser éxitos de público? Alcantud se manifestó en contra de esta posibilidad, ya que en su opinión la labor del sector público es complementar al privado con propuestas dirigidas a minorías culturales, a la experimentación... pero sin competir con la iniciativa particular. Mucho más vehemente se mostró el empresario teatral Enrique Salaberría, anfitrión de este evento celebrado en el Centro Cultural Galileo de Madrid, quien manifestó que "es imposible competir con el rodillo de lo público" por ejemplo, en cuestión de los cachés que paga la Administración a los intérpretes. Julio Bravo expresó la necesidad de un mayor diálogo entre los responsables públicos y los empresarios privados a la hora de planificar los proyectos escénicos, para que cada éxito teatral pase de unos a otros.

PD: Al César lo que es del César: mis felicitaciones a los organizadores del acto por mejorar las condiciones técnicas de sonido, lo que facilitó el disfrute de este interesante coloquio.