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miércoles, 26 de febrero de 2014

Esa cruel comedia llamada "El cojo de Inishmaan"

Marisa Paredes y Terele Pávez encabezan un brillante reparto en este ejemplo del "Teatro de la Crueldad" de Martin McDonagh

Reparto de
Elenco de "El cojo de Inishmaan" / Foto: Javier Naval.

Tenía entendido que el dramaturgo Martin McDonagh era al teatro lo que Tarantino al cine. Pero que nadie se espere en "El cojo de Inishmaan" grades dosis de violencia más allá de su vocabulario. A lo que sí hace honor su estilo es al sobrenombre de "Teatro de la Crueldad", de esa crueldad que proviene de la ignorancia. Estamos ante una magnífica obra que vapulea al espectador a golpe de emociones e incluso risas.

Antes de comenzar la representación a la que asistí, el director Gerardo Vera informó a los espectadores de la lesión en un pie de del actor Adam Jezierski, que le obligaba a usar muletas, y de que, reunida la compañía, habían decidido seguir con las funciones a pesar de este inconveniente. Quiero señalar este hecho porque siempre conmueve comprobar la dedicación de un intérprete a su profesión, aunque esto le suponga hasta caerse en escena, como le llegó a pasar. De cualquier manera, no creo que hubiera sido necesario avisarnos de ese contratiempo ya que la representación no se vio afectada en ningún momento: unas muletas acordes a la época en la que se desarrolla la obra (la Irlanda de la década de los 30 del pasado siglo), unos diálogos adaptados a la nueva situación del personaje, y unos actores concentrados en su buen hacer dotaron al montaje de una total naturalidad.

Y es que otro de los grandes valores de "El cojo de Inishmaan", además del texto, por supuesto, está en su elenco. Dos damas de la interpretación como Marisa Paredes y la recien "goyesca" Terele Pávez encabezan el reparto y suponen el cebo de la función. Pero a su altura están el resto de intérpretes, entre los que habría que destacar a los más jóvenes: el ya mencionado Adam Jezierski, Ferrán Vilajosana e Irene Escolar, que han sabido absorber las dotes de sus compañeras de cartel. En concreto me sorprendió Irene Escolar, cuyo trabajo en "La Chunga" no me había fascinado, pero que aquí deja muestra de la huella que ha dejado en su código genético el pertenecer a la saga de los Gutiérrez Caba.

"El cojo de Inishmaan", de Martin McDonagh
Teatro Infanta Isabel
Hasta el 20 de abril

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