"Desclasificados" / Foto: Pentación |
Y digo al principio, porque a medida que se desenreda el argumento de "Desclasificados", la obra se va volviendo cada vez más molesta, más indigesta, planteándonos el conflicto ético de una periodista entre denunciar a un presidente del Gobierno, eficaz en su labor pública pero corrompido en su vida privada, o salvaguardar el bienestar de su hija adolescente, acusada de traficar con drogas. Ya anticipo que el personaje que interpreta -y muy bien- Alicia Borrachero, se las lleva dobladas, tanto en su profesionalidad como de una manera algo más literal.
A la inolvidable actriz de la serie "Periodistas" le acompañan en "Desclasificados" otras no menos conocidas caras de la televisión, quienes también firman un notable trabajo: Joaquín Climent y Jordi Rebellón. Mención aparte merece el texto de Pere Riera, director además del montaje, que destaca por sus claras reminiscencias a la actualidad (sobre todo "berlusconianas"), y con diálogos creíbles y oportunos. A título personal intentaré no perderle la pista a partir de ahora.
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